Crítica de Arte

jueves, 21 de agosto de 2014

Complex Antiform: Una fusión de conceptos antagónicos.


Complex Antiform:
Una fusión de conceptos antagónicos

“La máscara es el otro yo (…) es expresión de la personalidad suprareal del hombre."

PAUL WESTHEIM

Georgina Sánchez Celaya/Historiadora del Arte

Al mirar la serie Complex Antiform, pensarás en imágenes confusas, -como una nebulosa salpicada de materiales rocosos producto de una explosión en el universo- ahora bien, puedes seguir o abandonar la idea. Decidiste continuar, entonces, tu vista transitará por un remolino de conceptos antagónicos aterrizados en la materialidad pictórica: implosión-explosión, concavidad-convexidad, expansión-contracción, fuerzas centrifugas en oposición a las fuerzas centrípetas, formas amorfas que se desbordan en el espacio, pero a su vez, no dejan de estar contenidas por los límites del lienzo. No obstante, todo este remolino de contradicción abstracta, parte de un principio figurativo tan arcaico como el arte mismo: la máscara. Quizá no las veas, quizá en algunas piezas las descubras y las reconozcas, y así te percates que son un referente visual tan arraigado en nuestra memoria colectiva, que las reconocemos sin importar de que periodo histórico provengan o a que cultura pertenezcan.
En la serie Complex Antiform, la máscara prehispánica es el núcleo unitario que da vuelo al proceso creativo del artista, es además, el eje medular del cual se desprenden los demás elementos pictóricos, como la línea, el color y la textura. La máscara no sólo implica la posibilidad de escondernos y ocultar nuestro verdadero rostro, en su definición mágico-religiosa, es parte de un ritual, y a través de su uso, se propicia la transmutación del hombre que la porta. Como ha señalado Paul Westheim la máscara “es la fuga hacia otra personalidad”, y las pinturas que en esta ocasión nos presenta Francisco Muñoz, bien podrían entenderse como ejercicios no sólo pictóricos sino escultóricos en los que el artista se fuga de sí mismo.
Todas las pinturas que conforman la serie Complex Antiform se definen por principios duales y se debaten en la eterna dicotomía de lo abstracto y lo figurativo. Cada pieza fue realiza con rapidez –algunas en cuestión de horas-, por lo pueden pensarse como el resultado de un ejercicio dancístico, es decir, como algo espontáneo pero a la vez producto de la práctica constante, o bien, como las rutinas de un entrenamiento físico exhaustivo; lejos de ser una práctica premeditada que deriva de una larga y forzada reflexión filosófica. Es por eso que la pintura de Francisco Muñoz resulta dinámica, vivaz y explosiva, pero no por eso carece de un largo y estudiado proceso de trabajo, en el que se cuelan la experimentación, el aprendizaje constante y la asimilación de otros estilos sin necesidad de copiarlos.
Frank es un artista que se enfrenta y se arroja al lienzo sin miedo, quizá por eso obtiene resultados formales que el mismo califica de burdos o primitivos, conceptos que ya no tienen más una connotación peyorativa para el arte, pues en un mundo abarrotado de estímulos, no sólo visuales sino auditivos, donde la saturación de imágenes crece exponencialmente, pareciera que un retorno a los orígenes, a lo primitivo, es algo digno de anhelar.
Para el artista, un sólo lienzo es insuficiente, apenas en una serie logra satisfacer su compulsión por la pintura, la cual siempre lleva al límite, momento en el que decide reinventarse. Actualmente Francisco Muñoz atraviesa por un nuevo periodo en su carrera artística, donde se aprecia una mayor cohesión y nivel de diálogo en los elementos pictóricos que componen sus piezas. Después de la serie Coatlicue UFO -el alter ego futurista de la diosa madre prehispánica-, Complex Antiform llega como un escalón más en su trayectoria el cual, sin duda, pronto será superado por la inquietud y la tenacidad que caracteriza al artista.
No queda más que invitarlos a este baile de máscaras para disfrutar lo complejo de la forma, pero también la simplicidad de este tipo de pintura que se presenta al público de manera natural y sin pretensiones.

Más imágenes de la exposición en el tumbler del artista:


Imagen del texto de sala que escribí para la exposición "Complex Antiform." en Oficina de Arte Foto: Francisco Muñoz.





viernes, 8 de agosto de 2014

Alquimia, principio de creación: "Suceso colateral" de Julie Escoffier








Alquimia, principio de creación:
Suceso Colateral de Julie Escoffier


Por Georgina Sánchez Celaya



Desde 2012, la marquetería Casa Rosano, ubicada en Orizaba 101 en la Colonia Roma, se transforma –por un breve lapso de tiempo–, en un espacio dedicado a la exhibición de arte; de ahí que en su faceta de galería se anuncie al público como “Breve”. 

El pasado jueves 31 de julio de 2014, se inauguró en Breve Suceso Colateral, una exposición que presenta el trabajo más reciente de Julie Escoffier, una joven artista originaria de Lyon, Francia, quien actualmente se encuentra haciendo una estancia en México por segunda ocasión. 

Cuenta Julie que, desde pequeña, le gustaba jugar y hacer dibujos con cloro (Cl), y confiesa que, por alguna extraña razón que desconoce, el químico también le resulta agradable al olfato; esto no debe parecernos algo raro pues, los aromas detonan recuerdos, de hecho, he de confesar que yo también encuentro algo de agradable en el aroma de este halógeno en su presentación comercial, sin embargo, cada quien lleva sus gustos y obsesiones a diferentes puertos, y en esta ocasión, la artista francesa decidió hacer de este químico uno de sus principales elementos para la experimentación artística.

Una de las piezas centrales que constituye la muestra, es una instalación ubicada en la vitrina de la marquetería-galería. La obra consta de dos rollos de papel no-tejido –un tipo de papel muy similar al tapiz–, ambos están intervenidos con tintas y suspenden desde el techo. Una parte de los rollos está expuesta al contacto directo con el cloro, y mediante su absorción, dos fenómenos ocurren de manera paralela, por un lado, el cloro reacciona con las tintas y actúa como una especie de revelador, detonando resultados azarosos, por ejemplo la aparición de colores y degradados inesperados. Mientras que, por otro lado, el papel que está sumergido en el cloro se “purifica”, se torna nuevamente blanco y vuelve a su estado “natural”; de manera metafórica, es la promesa de un recomienzo, pues un lienzo o un pedazo de papel que fue intervenido por el color, al ser blanqueado, puede ser pintado de nuevo, con resultados distintos a los originales. 

Lo interesante de observar el trabajo de Julie Escoffier, es el hecho de poder deconstruir los procesos que subyacen en sus obras, para lo cual, –como en la mayoría de las obras de arte contemporáneo–, se necesitan algunas pistas; mirar los resultados de sus creaciones es como tratar de resolver una adivinanza o armar un rompecabezas, y para el observador, siempre es un reto entrar al juego a la vez que una satisfacción. Esta faceta del trabajo artístico que Escoffier está desarrollando actualmente, guarda cierta relación con la experimentación alquímica que caracterizó los comienzos de la fotografía y la pintura. De hecho, como ella misma reconoce, al experimentar con cloro, no sólo está aludiendo a los principios del proceso fotográfico –por ejemplo al momento de que dicho elemento actúa como agente para el revelado–, sino al principio químico que posibilitó la pintura, pues como explica la artista, el blanqueamiento de las telas fue una condición necesaria para poder preparar los lienzos que, como bien sabemos, son la base de la pintura al óleo. 

La artista francesa también ha llevado la experimentación plástica al terreno de lo escultórico. En la exposición se muestran una serie de vaciados en yeso que han sido intervenidos con químicos fotográficos, tintas y cloro. Los resultados en cada pieza son distintos según los materiales y las técnicas empleadas, para algunas piezas la artista ha utilizado la cianotipia, una técnica fotográfica que se popularizó a finales del siglo XIX en la que se emplean sales de hierro, las cuales dan un color azulado a las fotografías. En algunas piezas hay formas y detalles casi imperceptibles al ojo, como en Cyanotype After Form 1, donde aquellos destellos blancos son la huella de moscas para pescar, anzuelos disfrazados de insectos que aluden a la mímesis en el proceso fotográfico, donde lo captado por el lente no es más que el residuo de varios procesos químicos que se asumen como la representación fidedigna de la realidad. Al igual que las mosca para pescar, la fotografía es sólo un anzuelo, una trampa que lejos de ser la imagen de la realidad es una realidad en sí misma. Finalmente, en el trabajo de Escoffier, se mezclan tanto la fotografía como la pintura y la escultura para formar piezas únicas que muestran la inquietud de la artista por encontrar un lenguaje propio, un camino por el cual aún está transitando. 

Las piezas que constituyen esta exposición, son resultado de una combinación muy interesante que parte de la reflexión del quehacer pictórico y fotográfico; en el trabajo que actualmente está desarrollando Julie Escoffier se intersecan desde sus inquietudes de infancia, hasta la experimentación alquímica como origen y principio de la ciencia química -en este caso aplicada a la creación artística-, así como el azar y el accidente, dos factores que definen gran parte del desenlace de sus piezas. En las obras expuesta en Breve, subyace algo que indica al espectador que es testigo del proceso artístico que la obra ya no volverá a ser la misma, y ese “algo” es precisamente el accidente, los pequeños detalles que quedan en el papel como evidencia del cambio, o quizá es sólo el hecho de que la transformación tiene testigos que pueden dar fe del cambio. 

La invitación a Breve es para aquellos observadores pacientes que aún sean capaces de asombrarse con los detalles, y para aquellos que quieran parase frente a una vitrina y observar por unos minutos, un fragmento del actual proceso artístico que está desarrollando la artista junto con sus resultados azarosos, o bien para aquellos curiosos que acepten el reto de deconstruir las obras, armar el rompecabezas y jugar con la esfinge y sus adivinanzas. La invitación al juego del arte y las pistas ya están sobre la mesa. 




Galería Breve/Casa Rosano
Orizaba 101 Col. Roma
Local D
FB Breve


Artículo publicado en el portal Arte MX.
Link del portal: 
Arte MX Suceso Colateral

"Más allá de la filantropía: el nacimiento del Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey"

 

Artículo: "Más allá de la filantropía: el nacimiento del Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey" publicado en la revista digital  Discurso Visual, del Cenidiap.

 

Link del texto:

Más allá de la filantropía

 

Link de la Revista:

Discurso Visual 

 

Cómo citar el artículo:

·  Georgina Sánchez Celaya, "Más allá de la filantropía: el nacimiento del Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey", en Discurso Visual Revista Digital, México, Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap)-Instituto Nacional de Bellas Artes, tercera época, julio-octubre, núm. 34, 2014. pp. 32-40.

ISSN 1870-3429.