Complex Antiform:
Una fusión de conceptos antagónicos
“La máscara es el otro yo (…) es expresión
de la personalidad suprareal del hombre."
PAUL WESTHEIM
Georgina Sánchez Celaya/Historiadora del Arte
Georgina Sánchez Celaya/Historiadora del Arte
Al mirar la
serie Complex Antiform, pensarás en
imágenes confusas, -como una nebulosa salpicada de materiales rocosos producto
de una explosión en el universo- ahora bien, puedes seguir o abandonar la idea.
Decidiste continuar, entonces, tu vista transitará por un remolino de conceptos
antagónicos aterrizados en la materialidad pictórica: implosión-explosión,
concavidad-convexidad, expansión-contracción, fuerzas centrifugas en oposición
a las fuerzas centrípetas, formas amorfas que se desbordan en el espacio, pero
a su vez, no dejan de estar contenidas por los límites del lienzo. No obstante,
todo este remolino de contradicción abstracta, parte de un principio figurativo
tan arcaico como el arte mismo: la máscara. Quizá no las veas, quizá en algunas
piezas las descubras y las reconozcas, y así te percates que son un referente
visual tan arraigado en nuestra memoria colectiva, que las reconocemos sin
importar de que periodo histórico provengan o a que cultura pertenezcan.
En la serie Complex Antiform, la máscara
prehispánica es el núcleo unitario que da vuelo al proceso creativo del
artista, es además, el eje medular del cual se desprenden los demás elementos
pictóricos, como la línea, el color y la textura. La máscara no sólo implica la
posibilidad de escondernos y ocultar nuestro verdadero rostro, en su definición
mágico-religiosa, es parte de un ritual, y a través de su uso, se propicia la
transmutación del hombre que la porta. Como ha señalado Paul Westheim la
máscara “es la fuga hacia otra personalidad”, y las pinturas que en esta
ocasión nos presenta Francisco Muñoz, bien podrían entenderse como ejercicios no
sólo pictóricos sino escultóricos en los que el artista se fuga de sí mismo.
Todas las
pinturas que conforman la serie Complex
Antiform se definen por principios duales y se debaten en la eterna
dicotomía de lo abstracto y lo figurativo. Cada pieza fue realiza con rapidez
–algunas en cuestión de horas-, por lo pueden pensarse como el resultado de un
ejercicio dancístico, es decir, como algo espontáneo pero a la vez producto de
la práctica constante, o bien, como las rutinas de un entrenamiento físico
exhaustivo; lejos de ser una práctica premeditada que deriva de una larga y
forzada reflexión filosófica. Es por eso que la pintura de Francisco Muñoz
resulta dinámica, vivaz y explosiva, pero no por eso carece de un largo y
estudiado proceso de trabajo, en el que se cuelan la experimentación, el
aprendizaje constante y la asimilación de otros estilos sin necesidad de
copiarlos.
Frank es un artista que se enfrenta y se arroja al lienzo sin miedo,
quizá por eso obtiene resultados formales que el mismo califica de burdos o
primitivos, conceptos que ya no tienen más una connotación peyorativa para el arte,
pues en un mundo abarrotado de estímulos, no sólo visuales sino auditivos,
donde la saturación de imágenes crece exponencialmente, pareciera que un
retorno a los orígenes, a lo primitivo, es algo digno de anhelar.
Para el artista, un sólo lienzo es insuficiente, apenas en una serie
logra satisfacer su compulsión por la pintura, la cual siempre lleva al límite,
momento en el que decide reinventarse. Actualmente Francisco Muñoz atraviesa
por un nuevo periodo en su carrera artística, donde se aprecia una mayor cohesión
y nivel de diálogo en los elementos pictóricos que componen sus piezas. Después
de la serie Coatlicue UFO -el alter
ego futurista de la diosa madre prehispánica-, Complex Antiform llega como un escalón más en su trayectoria el
cual, sin duda, pronto será superado por la inquietud y la
tenacidad que caracteriza al artista.
No queda más que
invitarlos a este baile de máscaras para disfrutar lo complejo de la forma,
pero también la simplicidad de este tipo de pintura que se presenta al público
de manera natural y sin pretensiones.
Más imágenes de la exposición en el tumbler del artista:
Imagen del texto de sala que escribí para la exposición "Complex Antiform." en Oficina de Arte | Foto: Francisco Muñoz. |